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¿Qué es el cáncer renal? 
¿Qué es el cáncer renal? 

Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre a su médico tratante.  

La tarea más importante de los riñones es filtrar la sangre para eliminar las impurezas y el excedente de agua en forma de orina. Además, los riñones producen hormonas que permiten controlar la presión arterial, la producción de glóbulos rojos y otras funciones esenciales para sostener el medio interno.  

La mayoría de las personas tienen dos riñones, ubicados sobre la cintura, uno de cada lado y por delante de la columna: el derecho está debajo del hígado y el izquierdo debajo del diafragma junto al bazo. Cada riñón tiene el tamaño de un puño cerrado y cada uno trabaja de forma independiente, por lo que el cuerpo puede funcionar con menos de un riñón completo.  

El cáncer puede afectar a los riñones, así como a otros órganos, y se manifiesta cuando las células que componen el tejido renal crecen de forma descontrolada, generando una masa tumoral. La enfermedad se puede manifestar en uno o ambos riñones.   

El cáncer renal representa el 2-3% de todos los tumores malignos del adulto, siendo más frecuente en los hombres que en las mujeres (en una proporción que excede el doble en incidencia). La mayoría de los casos se diagnostican entre los 40 y 60 años, siendo infrecuente en personas debajo de los 35 años. Es más habitual en los afroamericanos, desconociéndose la causa.  

En la actualidad, constituye el sexto tipo de cáncer más frecuente en los hombres, y es el octavo en las mujeres. En la Argentina, según los datos publicados en 2018 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), se diagnosticaron 4.889 casos de cáncer renal. 


Existen varios tipos de cánceres renales:
 

  • Carcinoma de células renales: es el tipo de cáncer renal más frecuente en adultos (aproximadamente el 85% de los casos). Este tipo de tumor se genera en los túbulos que forman el sistema de filtración de los riñones.  
     
  • Carcinoma urotelial: comienza en la zona del riñón en la que se acumula la orina antes de pasar a la vejiga, denominada pelvis renal, y se trata como el cáncer de vejiga. 
     
  • Sarcoma: se desarrolla en la capa delgada de tejido blando que rodea el riñón llamada cápsula, o en la grasa circundante. El sarcoma de riñón es poco frecuente entre los adultos y suele tratarse con cirugía. 
     
  • Linfoma: se lo suele asociar con los ganglios linfáticos inflamados en otras partes del cuerpo, como el cuello, el pecho y el abdomen. Pero también, en casos raros, se presenta sólo en el riñón y puede incluir ganglios linfáticos cercanos.  
     
  • Tumor de Wilms: se presenta con más frecuencia en la población infantil y representa alrededor del 1 % de los cánceres de riñón.  


A su vez, el cáncer renal puede clasificarse de acuerdo con las características de las células tumorales, las cuales se obtienen a través de una biopsia, y que son claves para determinar el tratamiento: 
 

  • Carcinoma de células claras: representa el 70% de todos los cánceres de riñón. Pueden tener un crecimiento lento (grado 1) o rápido (grado 4). Se suele tratar con inmunoterapia y terapia dirigida.
     
  • Carcinoma papilar tipo 1 y 2: afecta entre un 10% y un 15% de los casos. A menudo es un cáncer localizado y se lo suele tratar con cirugía, pero si se disemina o hace metástasis, se suele tratar con agentes de bloqueo de los vasos sanguíneos o terapias blanco. 
     
  • Tumores cromófobos: se trata de un tipo de cáncer renal  poco frecuente el cual  puede formar tumores indolentes que raramente se diseminan, pero son agresivos si llegaran a hacerlo. 
     
  • Tumores medulares: es un tipo de cáncer renal raro y muy agresivo, más frecuente en las personas afrodescendientes. 
     
  • Oncocitoma: se trata de un tipo de cáncer renal  de crecimiento lento y que raramente se disemina. 
     
  • Angiomiolipoma: es un tumor benigno y en general es poco probable que se disemine. Suele tratarse con cirugía o, si es pequeño, con vigilancia activa. 
     
  • Sarcomatoides: se denominan así cuando las células se asemejan a un sarcoma y el crecimiento del tumor puede ser más rápido. 
     
  • Conductos colectores: este tipo de cáncer renal comienza en los conductos colectores de los riñones, y se presenta con mayor frecuencia en personas de entre 20 y 30 años. 
     

¿Qué lo causa y cuáles podrían ser sus síntomas? 

En general, los tumores renales no generan síntomas en las etapas iniciales. Cuando el volumen de la masa se incrementa puede provocar síntomas específicos y generales, pero depende de cada caso y no necesariamente se presentan todos. Algunos signos podrían ser:  
 

  • Sangrado en la orina (hematuria) 
     
  • Masa palpable desde el abdomen 
     
  • Dolor abdominal 
     
  • Hipertensión arterial 
     
  • Edema de los tobillos 
     
  • Anemia 
     
  • Cansancio 
     
  • Falta de apetito 
     
  • Pérdida de peso 
     
  • Fiebre por la tarde-noche 
     

El cáncer renal no suele tener una causa específica, sino que hay algunos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de padecerlo, aunque depende de cada situación. Hay personas que presentan ciertos factores y no tendrán cáncer renal y hay otras que no tienen ninguno, y les aparecerá un tumor maligno en el riñón en algún momento de la vida.  

Lo importante es conocer estos factores y modificar hábitos poco saludables a fin de ayudar a disminuir riesgos.

Estos factores (algunos modificables) deben ser tenidos en tener en cuenta: 
 

  • Tabaquismo: el consumo de tabaco es responsable del 20 al 30% de los cánceres renales. 
     
  • Sobrepeso: se ha evidenciado una relación entre el cáncer de riñón y la obesidad, de acuerdo a distintos trabajos de investigación. 
     
  • Hipertensión: las personas hipertensas son más propensas a desarrollar cáncer de riñón. 
     
  • Medicamentos: el consumo excesivo de ciertos analgésicos y diuréticos podría estar relacionado con el cáncer de riñón. 
     
  • Exposición al cadmio: algunos estudios aseguran que puede existir una relación entre el cáncer de riñón y la exposición al metal cadmio, presente en pilas, pinturas, o materiales para soldar. 
     
  • Enfermedad renal crónica: quienes padecen insuficiencia renal podrían tener mayor riesgo de desarrollar cáncer de riñón. 
     
  • Diálisis a largo plazo: las diálisis suministradas por períodos extensos pueden generar quistes en los riñones. Estas formaciones se suelen detectar en forma temprana por lo que es posible extirparlos antes de que el cáncer se disemine. 
     
  • Antecedentes familiares: tienen un riesgo aumentado quienes posean padres, hermanos o hijos con cáncer de riñón (el 5% de los casos es hereditario). Este riesgo podría aumentar aún más si lo padecen o han padecido otros miembros de la familia extendida, sobre todo si el diagnóstico fue antes de los 50 años, si tenían cáncer en ambos riñones y/o si han tenido más de un tumor en el mismo riñón. 


Cómo se diagnostica 

La aproximación al diagnóstico de una masa renal puede llegar a través del hallazgo incidental durante estudios de rutina o bien por la búsqueda ante un síntoma específico. La secuencia de los estudios podría variar, pero el inicio de un adecuado diagnóstico comienza con el interrogatorio y la revisación clínica de un paciente.  En general suelen realizarse los siguientes estudios: 

Análisis de sangre y orina: facilitan hallazgos de anemia o trazos de sangre en la orina. Es complementario al resto de la evaluación.  
 

  • Ecografía abdominal: es el estudio por imágenes más frecuentemente utilizado donde pueden observarse lesiones sólidas, quísticas o mixtas, estimando el tamaño, la localización y la extensión de las mismas. 
     
  • Tomografía computarizada (TC): permite observar mayores detalles anatómicos del tumor renal y las estructuras adyacentes, así como la evaluación del resto de los órganos. Puede realizarse con contraste oral e intravenoso para aumentar la sensibilidad y especificidad del método.  El médico tratante deberá considerar la situación de los pacientes con daño en el funcionamiento renal ya que el uso del contraste podría ser perjudicial.  
     
  • Resonancia magnética: es un método de extrema precisión anatómica, que utiliza campos magnéticos en lugar de rayos X. En este caso también suele utilizarse una solución de contraste inyectable por vena para lograr una imagen más nítida del área que debe explorarse. 
     
  • Tomografía por emisión de positrones (PET): se identifican lesiones pequeñas mediante la avidez de los tumores por sustancias radiactivas. Es complementario ante situaciones especiales en el contexto del cáncer renal. 
     
  • Biopsia: es el estudio que permite determinar el tipo de células que componen el tumor. Se extraen células o tejidos del tumor a través de una punción con aguja para que un patólogo pueda observarlas mediante un microscopio, o se examinan en un laboratorio para verificar si hay signos de cáncer.  


Etapas y pronóstico 

En base a los estudios de imágenes y patológicos realizados, el equipo multidisciplinario establece la etapa o el estadio tumoral. Los estadios se definen de acuerdo al tamaño del tumor, extensión del tumor primario y si existe diseminación (metástasis) hacia otros órganos. Como producto de la estadificación, se establece un pronóstico que es más favorable cuanto más pequeño sea el tumor y sin enfermedad en otros sitios. 


Determinación de estadios  

La realización de la estadificación permite al grupo médico establecer la mejor estrategia de tratamiento para el paciente. Se utiliza por convención el sistema "TNM": 
 

  • Tumor (T): indica el tamaño del tumor en cm (menor a 7 cm o más) y localización (invasión de cápsula, grasa). 
     
  • Ganglio (Node, N): define la diseminación ganglionar del tumor (número de ganglios comprometidos). 
     
  • Metástasis (M): establece la presencia de tumor en otros órganos como los pulmones, huesos, hígado o cerebro entre los sitios más frecuentes. 
     

Convencionalmente por la suma de las distintas variables se establecen estadios de 1 a 4. 


Tratamientos contra el cáncer renal 

Cada médico tratante definirá la estrategia de tratamiento dependiendo de diversos factores vinculados a cada paciente en particular y a la extensión de la enfermedad. Es importante que en la atención participen profesionales de la salud de distintas especialidades formando un equipo multidisciplinario entre radiólogos, patólogos, cirujanos, oncólogos, radioterapeutas, nutricionistas, enfermeros y psico-oncólogos.   

Las opciones de tratamientos incluyen (cuando no se ha diseminado):  
 

  • Vigilancia activa: ocurre en condiciones de fragilidad del paciente o bien cuando las lesiones en el riñón y en otros sitios son de escaso volumen. En general, se utiliza la tomografía computada y la ecografía como herramientas de vigilancia. 
     
  • Cirugía: es la extirpación del tumor y de parte del tejido adyacente durante una operación. Puede constituir el tratamiento único si la enfermedad está confinada solamente al riñón. Dependiendo del tamaño de la lesión renal, la cirugía puede ser nefrectomía radical (extirpación completa del riñón) o nefrectomía parcial (cuando se reseca parte del riñón con intención de conservar tejido sano). Los procedimientos pueden ser realizados a cielo abierto o vía laparoscópica (pequeñas incisiones en un lugar de una mayor) o robótica. 
     
  • Radioterapia: es el uso de Rayos X u otros rayos de alta energía para destruir las células cancerosas e impedir que sigan creciendo y multiplicándose.  


Tratamientos sistémicos o con medicamentos, los cuales podrían combinarse: 
 

  • Terapias dirigidas: en las últimas dos décadas, el avance en el conocimiento de la forma que se desarrollan los tumores, ha permitido identificar pasos cruciales sobre los que se han desarrollado fármacos específicos e inteligentes que bloquean dichos procesos. Estos tratamientos son llamados: “terapias blanco o dirigida” o “medicina de precisión” porque se dirigen específicamente a las células tumorales alteradas. Uno de los caminos bloqueados por estas drogas es la formación de nuevos vasos sanguíneos, llamado angiogénesis, imprescindible para el crecimiento tumoral. 
     
  • Inmunoterapia: son terapias que actúan reforzando las defensas naturales del cuerpo para erradicar el tumor. Se basa en anticuerpos monoclonales que interactúan con sustancias biológicas propias y restauran la función del sistema inmune, estructura para proteger nuestro organismo de agentes externos o enfermedades. Existen distintos tipos de inmunoterapia:  algunos de los más tradicionales, han sido reemplazados en la actualidad por nuevos agentes más específicos, menos tóxicos y más eficaces. 

    La acción de la inmunoterapia moderna radica básicamente en bloquear puntos específicos (PD1 y PDL1) que la célula tumoral emite ante la presencia de los linfocitos T, herramientas que contamos los seres vivos para erradicar tumores, entre otras funciones.
     
  • Quimioterapia: consiste en la aplicación de fármacos  que destruyen las células tumorales de todos los órganos enfermos, inhibiendo el crecimiento de las mismas. 
     

¿Qué puede hacerse para prevenir el cáncer renal? 

Hay acciones que se pueden llevar a cabo que contribuyen a disminuir no sólo el riesgo de desarrollar cáncer renal, sino también de otros tumores y enfermedades cardiovasculares y neurológicas. 

Algunas de estas medidas son: dejar de fumar, mantener controlada la presión arterial, sostener un peso corporal adecuado, comer una dieta con alto contenido de frutas y verduras y bajo contenido de grasa, y considerar el historial familiar de enfermedades. 


Controles post-quirúrgicos 

Luego de la cirugía de un tumor renal primario, se debe establecer un plan de seguimiento estricto con examen físico y controles con imágenes basadas en ecografías y tomografías en conjunto con el médico de cabecera, el cual irá espaciándose a medida que éste se aleje del diagnóstico inicial. En el caso de los pacientes que presentan metástasis, el control será más estricto con el fin de observar la eficacia de los tratamientos impartidos y el monitoreo de los efectos colaterales.  
 

Cancer Renal

 

Referencias

- Estadísticas adaptadas de la publicación de la Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer (American Cancer Society, ACS), datos y cifras de cáncer (Cancer Facts and Figures) de 2020 y el sitio web de la ACS (enero de 2020). 

- Cáncer de riñón - Factores de riesgo y prevención- Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 08/2019 (https://www.cancer.net/es/tipos-de-c%C3%A1ncer/c%C3%A1ncer-de-ri%C3%B1%C3%B3n/factores-de-riesgo-y-prevenci%C3%B3n) 

- Estadísticas adaptadas de la publicación de la Sociedad Estadounidense Contra el Cáncer (American Cancer Society, ACS), Datos y cifras de cáncer (Cancer Facts and Figures) de 2020 y el sitio web de la ACS (enero de 2020). 

- Cáncer de riñón - Síntomas y signos- Aprobado por la Junta editorial de Cancer.Net, 08/2019 (https://www.cancer.net/es/tipos-de-cancer/cancer-de-rinon/sintomas-y-signos) 

- AJCC Cancer Staging Manual, octava edición (2017), publicado por Springer International Publishing. 

- Sociedad española de oncología médica- Dr. Urbano Anido Herranz y Dra. Aranzazu González del Alba 

- Cáncer de riñón (Fuca) http://www.fuca.org.ar/img/novedades/novedad-1/fuca_renal.pdf 

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