Aquellas personas que corren un riesgo alto de desarrollar coágulos de sangre pueden ser tratadas con medicamentos para reducir las posibilidades de generar afecciones graves como derrames en el cerebro1.
Pero ¿cómo funcionan los anticoagulantes? Su principal objetivo es interrumpir el proceso involucrado en la formación de coágulos sanguíneos, ya que éstos pueden detener el flujo de sangre a órganos como el cerebro, el corazón o los pulmones si se forman en el lugar equivocado. A veces se les llama medicamentos "para diluir la sangre", aunque en realidad no es esto lo que hacen1.
Si bien en ocasiones se usan para propósitos similares, los anticoagulantes son diferentes a los medicamentos antiplaquetarios, como la aspirina en dosis bajas y el clopidogrel1.
Los anticoagulantes y sus efectos
Algunas recomendaciones ante la toma de anticoagulantes son:
● Leer siempre el prospecto y en caso de duda consultar con tu médico cómo y cuándo tomar los medicamentos2.
● Si aparecen efectos secundarios, no se debe interrumpir el tratamiento sin antes consultarlo con el médico tratante2.
● Si estás esperando un bebé o se está en la búsqueda, es aconsejable hablar con el médico de cabecera, ya que la mayoría de los medicamentos anticoagulantes no son adecuados para mujeres embarazadas1.
Como todos los medicamentos, existe el riesgo de experimentar efectos adversos mientras se toman anticoagulantes1. Una de las consecuencias principales es que se puede producir un sangrado con demasiada facilidad, lo cual puede causar problemas como1:
● sangrado en la orina
● sangrado en las heces o que sean de color negro
● moretones severos
● hemorragias nasales prolongadas
● sangrado de las encías
● vomitar o toser sangre
● menstruaciones abundantes en las mujeres
Para la mayoría de las personas, el beneficio de consumir anticoagulantes es superior al riesgo de producirse hemorragias. No obstante, es aconsejable conversar sobre los riesgos y ventajas de este tratamiento con el médico tratante quien analiza el perfil de cada paciente como así también las preferencias personales3.
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.