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Artritis Idiopática Juvenil
Artritis Idiopática Juvenil

Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.


La artritis idiopática juvenil (AIJ) es la afección reumática crónica más frecuente en niños y adolescentes (1). De acuerdo con estimaciones del Colegio Americano de Reumatología (2), la AIJ afecta a alrededor de 1 de cada 1.000 niños menores de 16 años, por lo que se calcula que, en Argentina, hay cerca 10 mil chicos que viven con esta enfermedad. La edad de comienzo de la AIJ es habitualmente entre el año y los tres años de vida y suele ser más frecuente en niñas (salvo la forma sistémica, que se presenta en igual proporción en ambos géneros) (3).

Si bien se desconoce el origen de la AIJ, hay algunos factores genéticos, ambientales (como infecciones virales o bacterianas y estrés psicológico) e inmunológicos, que pueden influir en su desarrollo. Sin embargo, vale aclarar que la AIJ no es hereditaria, ni puede prevenirse (4). 

Desde ya, conocer los síntomas de la AIJ es fundamental para lograr una detección temprana y así contar con más herramientas para poder tratarla de manera eficaz. La artritis suele ser uno de los síntomas principales de la AIJ. Comienza en forma disimulada, con signos como la presencia de dolor, hinchazón, enrojecimiento y rigidez de las articulaciones (3). El dolor se produce luego de un reposo prolongado, sobre todo por la mañana (rigidez matinal). Los niños intentan reducir el dolor manteniendo la articulación en una posición (antiálgica) que tiende a la flexión, pero si no se trata de manera temprana y adecuada, la inflamación articular puede producir daños tanto en el cartílago de la articulación y en el hueso generando erosiones óseas (4).

Sin embargo, la artritis no siempre es la primera manifestación. Algunos niños comienzan mostrando cansancio, falta de apetito y/o pérdida de peso. Otros síntomas que también podrían aparecer son: somnolencia, falta de energía, irritabilidad, anemia y/o retraso en el crecimiento. (3)
 
El diagnóstico de la AIJ podría ser difícil. No hay un estudio de laboratorio que “por sí solo” lo determine. El médico pediatra puede solicitar diferentes estudios como radiografías y análisis de sangre para descartar otras afecciones. En general, los estudios tratan de determinar la inflamación de las articulaciones. (4)


¿Qué hacer cuando se detecta la AIJ?

Si bien no existe una cura concreta para la AIJ, existen muchas opciones terapéuticas que permiten aliviar los síntomas y contar con una buena calidad de vida. Cada paciente debe seguir su propio tratamiento, definido junto a su médico reumatólogo, que contemplará el tipo de AIJ, la evolución de la enfermedad, el grado de actividad y los desafíos que se presenten en el camino. Lo que se busca es controlar los síntomas (dolores, fiebre, etc.), preservar el movimiento, la fuerza muscular y la función. (4)


¿Cómo podemos colaborar desde el entorno familiar?

La comunicación continua y el acompañamiento familiar es esencial. En ocasiones, el niño puede manifestar cambios de humor, angustia y miedo. El apoyo de su familia es fundamental: principalmente la compañía para que no se sienta solo y, además,  apoyarlo a que cumpla con el tratamiento y la rutina de ejercicios, que lo ayudaran a mantener y mejorar su calidad de vida. 

Asimismo, es importante ayudarlo a preservar las actividades de la vida cotidiana, que continúe, dentro de sus posibilidades, con sus rutinas, como ir a la escuela, hacer ejercicio, jugar y divertirse. (4) 

Por otra parte, ofrecer una alimentación variada y balanceada puede ayudar a su salud y a mantener un peso adecuado, lo que también puede contribuir con su movilidad. (3) 

Cabe destacar que, debido a los avances de la medicina en los últimos años, el pronóstico de la enfermedad ha mejorado sustancialmente ya que existen múltiples opciones de tratamientos para los niños con AIJ. El diagnóstico temprano es clave, ya que puede beneficiar al niño por recibir el tratamiento adecuado a tiempo, permitiéndole desarrollarse y llevar una buena calidad de vida a lo largo de los años. (5)

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Referencias

1.    Arthritis Foundation Website: www.arthritis.org/diseases/juvenile-idiopathic-arthritis. [Consulta: 11 de marzo de 2022].

2.    AMERICAN COLLEGE OF REUMATOLOGY. https://www.rheumatology.org/Portals/0/Files/Artritis-Juvenil-Fact-Sheet.pdf [Consulta: 11 de marzo de 2022].

3.    ESPADA, Graciela. Artritis idiopática juvenil. Parte 1: Diagnóstico, patogenia y manifestaciones clínicas. Arch Argent Pediatr 2009;107(5):441-448

4.    Sociedad Argentina de Reumatología Website: www.reumatologia.org.ar/enfermedades_reumaticas_detalle.php?IdEnfermedad=15. [Consulta: 11 de marzo de 2022].

5.    ESPADA, Graciela. Artritis idiopática juvenil: Parte 2: Pronóstico y abordaje terapéutico actual. Arch. argent. pediatr. 2009, vol.107, n.6 pp.536-541. 

PP-ENB-ARG-0812