Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
Una vez que una paciente ha sido diagnosticado con cáncer de mama a partir de la observación de las imágenes del screening (mamografía y ecografía) junto con los resultados de la biopsia por parte del médico tratante, éste deberá decidir el tratamiento más adecuado a seguir según cada paciente.
Se trata de un paso muy importante ya que es una determinación que la paciente debe tomar junto con su médico tratante, quien le explicará los detalles de las alternativas de tratamiento disponibles para su condición, junto con lo que puede esperarse de ellos.
Los resultados de la biopsia son esenciales para determinar el subtipo molecular de cáncer que, a su vez, orientará al médico a explicarle a la paciente las opciones de tratamiento adecuadas. En líneas generales, el tratamiento estaría definido por la situación de enfermedad (localizada o avanzada) al momento del diagnóstico, el subtipo de tumor y el estadio en el que se encuentra el tumor.
A modo de resumen, en general estas son las opciones disponibles, pero es el profesional de la salud quien deberá evaluar la opción más adecuada para cada paciente en particular:
- Estadio I (tumor < 2cm y ganglios negativos): en general son tratados con cirugía conservadora seguida de radioterapia y adyuvancia sistémica (dependiendo del subtipo tumoral).
- Estadio II – III (tumores > 2cm y/o ganglios positivos): dependiendo del subtipo tumoral (3N – Her2 +) en general se tratan inicialmente con terapia sistémica primaria (Quimioterapia (QT) neoadyuvante), seguido de cirugía y radioterapia.
- Tumores luminales: en general son tratados inicialmente con cirugía, seguido de radioterapia y tratamiento adyuvante sistémico.
En etapas tempranas, el cáncer de mama podría lograr una remisión total, y los tratamientos en general son quirúrgicos y preventivos (terapias neo y adyuvante).
¿Es necesario sacar la mama?
Si bien cada caso es único y debe ser evaluado junto con el médico especialista, en general existen falsas creencias acerca de las cirugías de mamas, entre las que se dice que es mejor extraerlas para evitar el cáncer, o que si las extraen no aparece más. Son mitos. El mejor procedimiento será el que la paciente decida junto con a su médico según cada caso particular.
Para el cáncer de mama en etapa temprana, en general se manejan dos alternativas de cirugías:
- Cirugía Conservadora: se extirpa el tumor junto con una porción pequeña de tejido sano de alrededor. En líneas generales es la cirugía más común.
- Mastectomía: se extirpa toda la mama, que luego podría ser reconstruida. La reconstrucción podría hacerse en el mismo momento en que se hace la mastectomía, o luego de finalizar los tratamientos. En líneas generales esta cirugía se realiza para tratar tumores muy grandes o de múltiples focos (disperso en la mama). Ello no significa necesariamente que mediante esta cirugía podría prevenirse el cáncer, o evitar las recaídas.
En las intervenciones quirúrgicas se quitan asimismo algunos ganglios linfáticos para ser analizados. El estudio de los ganglios axilares es fundamental ya que constituye un pronóstico anatómico de relevancia. En la actualidad, se utiliza la técnica del ganglio centinela que permite minimizar la extensión de la cirugía axilar. Durante este procedimiento se inyecta un colorante donde está el tumor y ese líquido migra al primer ganglio que lo atrae. Si éste se encuentra afectado, se infiere que toda la cadena ganglionar lo está. La operación de extracción de los ganglios se llama linfadenectomía.
Por otro lado, hay tratamientos que se realizan antes y después del procedimiento quirúrgico, lo cual dependerá de varios factores: si los ganglios estaban o no enfermos, del tamaño del tumor, del grado de diferenciación del tumor con respecto al tejido mamario que le dio origen (cuanto más diferente, más agresivo), de la inmunohistoquímica (subtipo molecular), y del índice de proliferación (KI67), entre otros.
La terapia neoadyuvante, que se aplica antes de una intervención, tiene por objetivo reducir el tumor para luego realizar una mejor operación (mastectomía o cirugía conservadora). Esta terapia neoadyuvante puede consistir en quimioterapia u hormonoterapia, dependiendo de las características del tumor.
Luego de la cirugía, se suele aplicar terapia adyuvante (quimioterapia u hormonoterapia) con el objetivo de erradicar la probable diseminación celular del tumor. Esta terapia adyuvante apunta a aniquilar las células malignas que no hayan podido ser detectadas por métodos diagnósticos tradicionales.
Incluso, hay predictores como las plataformas genómicas (oncotype y endopredict mammaprint) que podrían indicar un factor predictivo para saber si una paciente se podría beneficiar con la quimioterapia.
A su vez, el tipo de tratamiento dependerá del subtipo molecular del cáncer. Así, en líneas generales, las opciones de tratamiento para los distintos tipos de tumores:
- Tumores Hormonodependientes (RH) o Luminales: son los más comunes y la medicación que más beneficia a este subgrupo de pacientes para completar la adyuvancia es la Hormonoterapia. A estas pacientes se les indica bloqueadores hormonales que variaran de acuerdo a si la paciente es pre o post menopaúsica.
Estos tratamientos se prescribirán en cuanto a duración según tenga ganglios axilares positivos o No, variando entre 5 años si son negativos y 10 años si son positivos. También podría agregarse la quimioterapia según edad y características del tumor
- HER2+: son los que expresan una proteína (HER2) que favorece el desarrollo y proliferación de las células anormales. Estos tumores se tratan con terapias dirigidas (anti HER que usan anticuerpos monoclonales) y pueden (o no) expresar receptores hormonales, los cuales son marcadores pronósticos que determinarán si la paciente puede recibir tratamiento hormonal (en el caso de ser positivo).
- Tumores Triple Negativos: estos tumores se tratan sólo con quimioterapia en altas dosis para aumentar su efectividad.
La quimioterapia es una medicación que, en general, se administra por suero y que tiene un efecto citotóxico, es decir, que actúa sobre células malignas en crecimiento con cierto impacto en células normales del organismo.
Por su parte, la hormonoterapia es una medicación que normalmente es administrada por vía oral, que no tiene un efecto tóxico directo sobre las células, sino que modula su crecimiento al interactuar con receptores y proteínas.
No obstante, las distintas alternativas quirúrgicas y/o terapéuticas disponibles, el profesional de la salud especializado en oncología es quien podrá informar al paciente sobre las alternativas más adecuadas para cada caso concreto, a fin de que la paciente pueda tomar una decisión informada junto a su especialista.
A prepararse…
- Para afrontar el tratamiento, antes y después de una intervención quirúrgica, es recomendable que las pacientes
- Conversen con su médico las opciones de tratamiento más adecuadas para su condición, y sigan las recomendaciones médicas
- Adopten una alimentación saludable
- Empleen técnicas de relajación emocional, u otras técnicas que los ayuden a transitar emocionalmente esta condición
- Fortalezcan el apoyo afectivo de sus afectos (familia, amigos)
- Tengan confianza en su equipo terapéutico