Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
Aunque cualquier persona puede desarrollar cáncer de mama, se trata de una enfermedad que afecta principalmente a mujeres mayores de 50 años, postmenopáusicas. Si bien el pico de incidencia se da entre los 55 a los 65 años, la curva de riesgo es ascendente a medida que aumenta la edad. Por este motivo los especialistas recomiendan que luego de los 40 años se realice al menos una consulta médica anual, completando la misma con los estudios que el especialista indique en la consulta.
Hay ciertos factores de riesgo que podrían incidir en el desarrollo de esta patología, los cuales a su vez dependen de variadas circunstancias. Algunos factores, tales como los que enumeramos a continuación, escapan al control de las personas. Entre ellos:
Factores que no pueden modificarse
- Ser mujer mayor de 50 años.
- El paso del tiempo.
- Ser portador de mutaciones genéticas.
- Exposición a estrógenos como: Primera menstruación a edad temprana. Menopausia tardía (después de los 55 años).
- No tener hijos, tener pocos, o primer embarazo después de los 30 años.
- Tener mamas densas (ya que podría dificultar el diagnóstico).
- Antecedente personal de cáncer de mama o de ovario.
- Hiperplasia atípica.
- Antecedentes hereditarios o familiares de esta patología.
- Ser portador de mutación genética BRCA1 y BRCA2: estudios indican que aproximadamente entre el 7 y el 9% de los cánceres de mama tendrían carga genética (incidencia familiar que se relaciona con mutaciones de estos genes).
Factores que podrían modificarse con cambios de hábitos:
- Sedentarismo.
- Sobrepeso, sobre todo en la menopausia.
- Consumo de hormonas (preparados con estrógenos, terapia de reemplazo hormonal, ingesta de algunos anticonceptivos).
- Abuso en el consumo de alcohol y tabaco.
- Dieta rica en grasas.
Algunos antecedentes que podrían tener mayor incidencia.
Entre los antecedentes familiares, algunos factores de riesgo podrían tener una incidencia relativa, ya que la mayoría de los tumores malignos son esporádicos (no tienen una causalidad vinculable definida). Esto no significa que ciertos factores sí puedan tener incidencia hereditaria, como la mutación de los genes BRCA1 Y BRCA2. Siempre es recomendable consultar con el médico especialista si éste considera adecuado realizar esta determinación de acuerdo a cada caso concreto, teniendo en cuenta -entre otros- los antecedentes que pudieran existir. Durante la consulta, el médico podría indagar sobre la incidencia familiar de cánceres de mama, ovario, endometrio, y colon, lo que le permitiría sospechar sobre una mutación genética, aunque nunca se haya determinado o testeado esta anomalía.
Para que el antecedente se considere determinante, en general se considera que debería tratarse de familiares que compartan consanguinidad. Un hombre de la familia que haya padecido cáncer de mama o un familiar directo (madre, hermana) con dos cánceres (mama y ovario o mama bilateral) podrían implicar una alta probabilidad respecto a la existencia de dicha mutación.
En conclusión, si en la familia alguna persona directamente relacionada consanguíneamente (madre, hermana, abuela, tía, padre) tiene o ha tenido cáncer de mama antes de los 50 años, o dos o más familiares tienen o han tenido cáncer de mama y/u ovario sería conveniente consultar con un especialista a fin de considerar la existencia de riesgo de desarrollar la enfermedad, realizando los estudios que éste indique a tal efecto.
¿Pueden la alimentación y el ritmo de vida influir en el desarrollo del cáncer de mama?
La obesidad podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama. En consecuencia, todos aquellos factores que podrían contribuir al exceso de peso como el sedentarismo, la ingesta excesiva de grasas y/o de alcohol, como así también la obesidad mórbida, podrían ser factores de riesgo importantes.
Avalando esto, un estudio publicado en la revista Lancet (Danaei et al., 2005) concluyó que el 21% de todas las muertes por cáncer de mama registradas en el mundo son atribuibles al consumo de alcohol, el sobrepeso y la obesidad, y la falta de actividad física. Los factores más importantes fueron el sobrepeso y la obesidad.
¿Pueden los hombres desarrollar cáncer de mama?
Sí, pero el cáncer de mama en hombres sólo representa el 1% del total diagnosticado. Son pocos los hombres que consultan precozmente ante la presencia de un “bultito” en su mama, muchas veces por vergüenza, por desconocimiento o por desestimación de los síntomas. Es por ello importante crear conciencia sobre el desarrollo de esta patología también en hombres. Para los hombres que padecen esta enfermedad, tanto los tratamientos como las drogas son los mismos que para las mujeres.