Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
Así como ocurre con otras enfermedades, los mitos alrededor de la leucemia son varios y están arraigados, pero echemos luz y conozcamos la verdad sobre algunos de ellos.
La leucemia es el cáncer más peligroso de todos; la leucemia es hereditaria siempre; el limón con sal produce leucemia; solo los niños pueden padecer leucemia… y la lista sigue. Vamos por partes. Todas estas afirmaciones son falsas, y no poseen aval científico alguno.
Pero antes de desterrar estos mitos y tratar de llevar conocimiento y tranquilidad, es interesante conocer de qué se está hablando cuando una persona padece leucemia.
La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a las células sanguíneas. Suele ser más frecuente en adultos mayores a 55 años, pero también es el más común en chicos menores de 15 años. (1) Esta enfermedad surge cuando una célula de la médula ósea sufre una mutación y genera un descontrol en la producción de células anormales, que desplazan a las células sanas de la médula (plaquetas, glóbulos rojos y blancos). (2)
De acuerdo con el tipo de célula que afecte, la leucemia puede ser de dos tipos: linfocítica (el cambio se genera en los linfocitos) o mieloide (el cambio es en la célula mieloide, que forma los glóbulos y plaquetas). (3)
A su vez, puede ser crónica (puede tener un diagnóstico y tratamiento con más tiempo) o aguda (requiere urgencia de tratamiento). (3)
Si bien los síntomas son inespecíficos, algunos de los que pueden presentarse son: (2)
- Fiebre
- Cansancio
- Infecciones
- Pérdida de peso sin razón
- Inflamación de ganglios linfáticos
- Sangrado y formación de hematomas con facilidad
- Dolor en los huesos
Si surgen algunos de estos síntomas con persistencia, es importante realizar una consulta con el médico.
Mitos para derribar
Tal como se mencionó, hay algunos mitos que funcionan como verdades absolutas pero que son necesarios derribar. Veamos algunos de ellos:
1. La leucemia no tiene cura.
FALSO. El tratamiento y pronóstico depende de cada tipo de leucemia. Algunas requieren de tratamiento intensivo, y en pacientes capaces de tolerarlo, pueden lograrse resultados alentadores. Para otras se han desarrollado terapias específicas con los que pueden controlar la enfermedad por muchos años. Por otra parte, el trasplante de células madre, que implica la transferencia de células sanas de plasma de un donante, demostró ser curativo para algunos pacientes. Incluso, si bien no es considerada una cura, muchos pacientes con leucemia linfocítica crónica han logrado que la enfermedad no regrese luego de dejar de recibir medicación. (4)
2. La leucemia es hereditaria.
FALSO. Si bien algunos factores genéticos aumentan el riesgo de leucemia infantil, la mayoría de estas no están vinculadas a ninguna causa genética conocida. (5)
3. Se sabe cuál es la causa la leucemia
FALSO. Aun no se sabe qué causa una leucemia, lo único que se conoce es que hay un cambio en las células, que provoca un descontrol de la producción de células anormales. (6) Hay algunos factores de riesgo, pero no necesariamente generan leucemia. Entre ellos, se pueden mencionar tratamientos oncológicos previos, trastornos genéticos, exposición a ciertas sustancias químicas, antecedentes familiares de leucemia, entre otros. (2)
Seguramente existan otros mitos, pero lo esencial es siempre despejar cualquier duda o inquietud con un profesional médico. Como otros tipos de cáncer, la leucemia puede ser tratable y dicho tratamiento debe ser definido, en conjunto, por el médico oncólogo y el paciente.