Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
La enfermedad por coronavirus (Covid-19) es una enfermedad infecciosa causada por el virus SARS-CoV-2 (1). Los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves. Por su parte, el nuevo coronavirus, que fue denominado Covid-19, y causante de la pandemia actual, es una nueva cepa de esta familia no identificada previamente (2).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tuvo noticia por primera vez de la existencia de este virus el 31 de diciembre de 2019, al ser informada de un grupo de casos de “neumonía vírica” que se habían declarado en Wuhan (República Popular China) (3). La epidemia de Covid-19 fue declarada por la OMS una emergencia de salud pública de preocupación internacional el 30 de enero de 2020. La actual caracterización de pandemia significa que la misma se ha extendido alrededor del mundo, afectando a un gran número de personas (4).
¿Cómo se contagia?
Según el Ministerio de Salud de la Nación, el Covid-19 se puede transmitir de una persona a otra a través de las gotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando la persona con el virus tose, estornuda o habla. Otra posibilidad es por contacto con manos, superficies u objetos contaminados (5).
Sus síntomas
Los síntomas del Covid-19 pueden ir desde manifestaciones leves hasta enfermedades graves, y pueden aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus (6).
Los más habituales son (3):
● Fiebre
● Tos seca
● Cansancio
Otros síntomas menos frecuentes son (3):
● Pérdida del gusto u olfato
● Congestión nasal
● Conjuntivitis (enrojecimiento ocular)
● Dolor de garganta
● Dolor de cabeza
● Dolores musculares o articulares
● Diferentes tipos de erupciones cutáneas
● Náuseas o vómitos
● Diarrea
● Escalofríos o vértigo
Cuando hablamos de un cuadro grave de Covid-19, podemos identificar los siguientes síntomas (3):
● Disnea (dificultad respiratoria)
● Pérdida de apetito
● Confusión
● Dolor u opresión persistente en el pecho
● Temperatura alta (por encima de los 38° C)
Los grupos de riesgo
Como mencionamos anteriormente, los síntomas de la enfermedad por coronavirus pueden variar mucho. Incluso, algunas personas pueden no presentar ningún síntoma, mientras que otras deben permanecer en el hospital y, a veces, necesitar ayuda de un respirador (7).
El riesgo de tener síntomas graves de Covid-19 puede aumentar según estos factores (7):
● Edad avanzada (a cualquier edad se puede producir el contagio, aunque lo más habitual, es que afecte con síntomas más severos a los adultos mayores)
● Problemas pulmonares, incluido el asma
● Cardiopatías
● Afecciones del cerebro y del sistema nervioso
● Diabetes y obesidad
● El cáncer y ciertos trastornos sanguíneos
● Sistema inmunitario debilitado
● Enfermedad renal o hepática crónica
● Enfermedades de salud mental
● Síndrome de Down
Sus efectos a largo plazo
Algunas personas que han padecido Covid-19 (tanto aquellas que han necesitado atención hospitalaria como las que no) pueden seguir experimentando síntomas, como la fatiga y otras manifestaciones respiratorias y neurológicas, en el largo plazo (3).
Por eso, la OMS continúa trabajando con una red técnica mundial para la gestión clínica del Covid-19, así como con investigadores y grupos de pacientes de todo el mundo, para diseñar y llevar a cabo estudios que vayan más allá del estadio inicial agudo de la enfermedad. El objetivo es determinar el porcentaje de pacientes que pueden padecer efectos a largo plazo, el tiempo que persisten y la razón por la que se producen. Los resultados de estas investigaciones se utilizarán para desarrollar nuevas orientaciones de cara a la atención médica (3).
Aquellos pacientes cuyos síntomas se prolongan durante más de cuatro semanas luego del diagnóstico de Covid-19, se describen como “personas con Covid-19 persistente”, y las afecciones se denominan “síndrome post-Covid-19” o "Covid-19 prolongado" (8).
Su detección
En la mayoría de los casos, se utiliza una prueba molecular para detectar el virus y confirmar la infección. La más frecuentemente usada es la prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (RCP), la cual se recoge en la nariz o en la garganta con un hisopo. Este tipo de test se utiliza para confirmar una infección activa, por lo general, a los pocos días de la exposición y en torno al momento en que puede que empiecen a aparecer los síntomas (3).
¿Cómo protegerse?
Afortunadamente, hay una serie de medidas que podemos tomar para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás. En primer lugar, las vacunas contra el Covid-19 son altamente efectivas para prevenir complicaciones del cuadro, hospitalizaciones y muertes.
También se pueden reducir las probabilidades de infección y contagio a otras personas respetando ciertos hábitos de higiene y conductas (7, 10):
● Procurar mantener distancia y usar barbijo en los lugares públicos y cerrados que sean muy concurridos (7,10).
● Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón por lo menos durante 20 segundos o utilizar un desinfectante para manos a base de alcohol (7).
● Cubrirse la boca y la nariz con el codo o con un pañuelo desechable cuando toses o estornudas. Tirar a la basura el pañuelo usado y lavarse las manos (7).
● Evitar los espacios mal ventilados y las aglomeraciones (10).
● Quedarse en casa y no concurrir al trabajo, a la escuela, ni a áreas públicas de estar enfermo (7).
Es importante recordar que, si bien la mayoría de las personas que tienen Covid-19 hoy se recuperan rápidamente, los problemas potencialmente duraderos de la enfermedad hacen que sea aún más importante reducir la propagación del virus usando mascarillas cuando corresponda, evitando las aglomeraciones en lugares cerrados, vacunándose y manteniendo una correcta higiene de manos (8).
Ante cualquier duda o síntoma, es fundamental ponerse en contacto con un profesional de la salud que pueda brindar soporte y seguimiento.