Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
La Enfermedad de Crohn (EC) es una inflamación crónica y transmural, es decir, que comprende a todas las capas del intestino. Si bien puede impactar desde la boca hasta la piel alrededor del ano, comúnmente afecta el final del intestino delgado (el íleon) y el principio del intestino grueso (colon), involucrando incluso las capas más profundas de la pared intestinal.
A diferencia de la colitis ulcerosa, en la EC los tramos del intestino enfermos se encuentran intercalados entre tramos sanos. Es decir, por mucho tiempo puede estar localizada en un área del intestino y luego afectar a otras.
¿A quiénes afecta?
Tanto hombres como mujeres son susceptibles a esta enfermedad intestinal, aunque su aparición predomina en el sexo masculino. Además, tiene un claro componente familiar, ya que hay estudios que demuestran que cerca del 15% al 20% de los pacientes suelen tener un pariente con alguna enfermedad inflamatoria intestinal. Sin embargo, no todos los casos de estos trastornos se han vinculado con genes específicos.
Sus síntomas
Los pacientes pueden presentar síntomas muy variables. Algunos, no sufren casi molestias, mientras que otros tienen molestias graves y continuas. La mayoría se encuentra entre uno y otro extremo, con síntomas que aparecen y desaparecen, mejorando generalmente con el tratamiento. Los síntomas incluyen:
● Malestar general, debilidad y cansancio (en general provocado por anemia).
● Movimientos intestinales frecuentes. Pueden presentarse algunos casos de estreñimiento o incluso de heces con consistencia anormal.
● Diarrea (algunas veces con sangre).
● Pérdida de peso y falta de apetito. La falta de apetito se puede deber al dolor que produce la comida digerida al pasar por zonas del intestino que están inflamadas o estrechadas por inflamación o tejido de cicatrización. La inflamación generalizada o localizada también disminuye el apetito.
● Dolor abdominal: puede ser continuo, esporádico, localizado o generalizado.
● Dolor anal: debido a las fístulas (conexiones que se generan entre un órgano y otro), abscesos (acumulación de pus), fisuras (grietas en la pared anal), inflamación.
● En niños y adolescentes puede presentarse un retraso en la talla y en la maduración sexual.
● Náuseas y vómitos.
● Fiebre.
● Obstrucción intestinal.
● Dolor de estómago.
Dependiendo del tipo de enfermedad y qué parte del intestino esté afectado por la misma, los síntomas pueden variar. Por eso, es fundamental el control y la consulta con el médico de cabecera.