Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
Debido al avance de la Resistencia Antimicrobiana (RAM), se estima que de cara a 2050 estarán en riesgo más de 10 millones de vidas. Frente a esta amenaza de salud, les compartimos una serie de hábitos básicos que todos tenemos la posibilidad de incorporar y que pueden ayudar a detener su avance:
1) Uso responsable de antimicrobianos
Los antimicrobianos son medicamentos que se utilizan para prevenir y tratar infecciones en los seres humanos, los animales y las plantas. Entre ellos se encuentran los antibióticos, para el tratamiento de infecciones por bacterias; los antivirales para los virus; los antifúngicos, para combatir los hongos; y los antiparasitarios.
La RAM surge cuando los microorganismos cambian a lo largo del tiempo y dejan de responder a estos medicamentos, lo cual dificulta el tratamiento y pueden desencadenar cuadros más graves e incluso la muerte. Además, estos gérmenes resistentes pueden transmitirse entre un paciente y otro y generar colonización, lo que posteriormente los pondría en riesgo de desarrollar una infección grave difícil de tratar.
Una utilización inadecuada de estos medicamentos – por ejemplo, consumirlos cuando no han sido indicados por el médico o no cumplir con el esquema que se nos ha indicado – genera riesgos tanto a corto como a largo plazo: el antimicrobiano pierde efectividad. Si bien la RAM puede ocurrir de forma natural, el uso indebido y excesivo de antibióticos actúa como un acelerador.
Las infecciones comunes son cada vez más difíciles de tratar y, de seguir así, procedimientos simples, como una cesárea o una cirugía de reemplazo de cadera, podrían significar un riesgo de contraer una infección por organismos multirresistentes y poner en peligro la vida. Además, en los últimos años también han comenzado a observarse infecciones por gérmenes resistentes en la comunidad.
Por lo tanto, cada vez que por una afección de salud se considere la posibilidad de utilizar un antimicrobiano, es importante recordar:
• No tomarlos sin recomendación médica.
• No usarlos como método de prevención de enfermedades.
• Tomarlos en su dosis recomendada y en los tiempos indicados.
• No manipular medicamentos vencidos. Si le sobró de otra ocasión, chequear la fecha de vencimiento y si el medicamento está en buen estado.
• Leer los prospectos para observar si hay alguna indicación específica para su administración, los efectos colaterales y las interacciones con otros medicamentos.
2) Vacunas al día
En el marco de la actual pandemia por el COVID-19 quedó en evidencia que las vacunas son una herramienta fundamental para la prevención y erradicación de ciertas enfermedades. Es importante saber que la inmunización es una manera sencilla, inocua y eficaz de protegerse ya que activa nuestras defensas naturales y nos ayuda a producir anticuerpos al igual que cuando nos exponemos a una enfermedad.
Enfermedades como el sarampión, la meningitis, la neumonía y la poliomielitis son prevenibles a través de la vacunación. La Organización Mundial de la Salud estima que las vacunas infantiles salvan la vida de unos 4 millones de niños cada año.
Pero, ¿cuál es la relación de las vacunas con la RAM? La respuesta es muy sencilla: por un lado, previenen que desarrollemos infecciones que son causadas por las super bacterias (acá podés conocer muchas de ellas) y esa disminución de circulación de la enfermedad, genera que se reduzca la necesidad de consumir medicamentos antimicrobianos (justamente a los que las bacterias se están volviendo resistentes).
Existen vacunas para las diferentes etapas de la vida. De acuerdo con su perfil sanitario, cada país define el calendario de vacunación para su población y recomienda a sus ciudadanos qué vacunas aplicarse. Para ver el calendario de vacunación de la Argentina, hacer clic aquí.
3) Lavado de manos, esencial para la prevención
El simple hecho de lavarse las manos en la cotidianeidad, por ejemplo, luego de tocar dinero, ir al baño, cambiar un pañal e incluso antes de comer, puede limitar considerablemente la propagación de infecciones. Mantener las manos limpias es una de las medidas más eficientes para evitar contraer enfermedades y transmitir los microbios a otras personas.
Como resultado, ayuda a combatir el aumento en la RAM reduciendo la propagación de enfermedades infecciosas y, por ende, el consumo de antibióticos. Por ejemplo, se estima que la higiene de manos puede prevenir alrededor del 30% de las enfermedades relacionadas con la diarrea y cerca del 20% de las infecciones respiratorias. En muchas ocasiones, se recetan antibióticos innecesariamente para estas afecciones.
Aunque el lavado de manos sea una tarea sencilla, muchas personas no logran mantener este hábito. De hecho, se estima que el 95% de las personas no lava sus manos por el tiempo suficiente (20 segundos). Por eso, es importante seguir recordando la importancia de esta medida.
Pasos simples para el lavado de manos:
1. Mojarse las manos con agua corriente limpia.
2. Enjabonarse las manos en el dorso, entre los dedos y bajo las uñas.
3. Frotarse las manos durante al menos 20 segundos Enjuagarse las manos con agua limpia para quitar la suciedad, la grasa y los gérmenes.
4. Secarse las manos con una toalla limpia o al aire.
Si no se dispone de jabón, se puede recurrir a un desinfectante para manos que contenga, al menos, un 60% de alcohol.
Para más información sobre el proceso de lavado de manos, accedé a este video.
4) Mantener la higiene del hogar
La limpieza del hogar es otro factor importante para prevenir la transmisión de enfermedades infecciosas. Es preciso definir cuáles son las superficies que se tocan con gran frecuencia en esos entornos para darles prioridad en la desinfección, por ejemplo, las manijas de las puertas y ventanas, las cocinas y los planos de preparación de alimentos, las superficies en los baños, los dispositivos personales con pantalla táctil, el control remoto de la tv o aire acondicionado si hubiera, los teclados de las computadoras y las superficies de trabajo.
5) Buenas prácticas en el ámbito hospitalario
Las acciones que pueda llevar a cabo todo el personal sanitario en el hospital son fundamentales. Desde ya, es ideal contar con un comité de control de infecciones (CI) liderado por un/a profesional de la salud que se especialice en infectología. El objetivo de este comité es desarrollar medidas para el control de infecciones que incluyan tareas como: el correcto aislamiento de pacientes si estuvieran colonizados; promover una correcta higiene de manos entre los profesionales sanitarios; garantizar la higiene del paciente, sus dispositivos e incluso la limpieza de los diferentes sectores del hospital; crear un programa de uso responsable de antimicrobianos (PROA); y monitorear el cumplimiento de estas medidas.
6) Generar diálogo sobre esta importante temática
Muchas personas desconocen la existencia de las Superbacterias y el impacto que pueden tener en la salud. Por eso, es importante hablar al respecto, predicar con el ejemplo y compartir estos consejos con nuestros seres queridos. Frente a la RAM, el poder está en nuestras manos en tan solo 20 segundos.