Entre las condiciones ligadas a la salud mental más frecuentes de la época contemporánea figuran la depresión y la ansiedad. Cada vez más pacientes acuden a la meditación como terapia complementaria para tratarlas.1
En primer lugar, hay que preguntarse: ¿qué entendemos, concretamente, por meditación? Aunque no hay una definición única, se coincide en que se trata de un tipo de entrenamiento mental que requiere calmar la mente, con el objetivo de alcanzar un estado de atención plena.1
Para meditar es fundamental liberarse de pensamientos sobre el pasado o futuro y aspirar a estar en el aquí y el ahora. Además, se nos invita a vernos a nosotros mismos sin ejercer juicios de valor.2
Distintos estudios comprueban la efectividad de meditar como parte del manejo del dolor crónico, la depresión, el estrés en general y en trastornos de ansiedad, así́ como en algunas condiciones médicas, como pueden ser el cáncer, la epilepsia resistente, la psoriasis y personas con HIV, entre otras. La premisa es que, al calmar y descansar nuestra mente, se puede mejorar el estado de nuestra salud en general. Además, meditar cuenta con otros beneficios: ayuda a mejorar la memoria y la concentración, fomenta la creatividad, la sensación de bienestar a nivel corporal y los pensamientos positivos.2,3
Desde ya, para ver efectos se requiere constancia, y meditar es un proceso de aprendizaje; pero la buena noticia es que con diez minutos diarios se pueden generar cambios positivos. Además, se considera que los efectos de la meditación pueden durar seis meses o más. Asimismo, la meditación puede ser eficaz para prevenir recaídas.1,2
En conclusión, la meditación es un tratamiento complementario efectivo para un número de condiciones psicológicas, especialmente aquellas ligadas a la ansiedad, el estrés y la depresión.1
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.