Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
“Dicen que un médico trata la enfermedad y un gran médico trata al paciente con la enfermedad”. (William Osler)
En medicina, la transmisión del conocimiento es esencial para la toma de decisiones, que a su vez deben estar expresadas por el profesional en forma sencilla y precisa. (1)
Está demostrado que una buena comunicación influye sobremanera en, por ejemplo, la adhesión a los tratamientos, la recuperación del paciente, el funcionamiento psicológico, la disminución de la ansiedad y el estrés, y la mejor interrelación con familiares, entre otros. (1)
La mayoría de los reclamos de los pacientes se centra en la mala comunicación, la incapacidad de transmitir la información adecuadamente en un sentido amplio y sencillo para lograr así la máxima atención y comprensión.
La capacidad de observar, escuchar, examinar y llegar a una conclusión eficiente es un atributo del profesional médico.
En algunos países, la obligatoriedad de la formación en comunicación del profesional de la salud para informar sobre enfermedades es tan sensible como la misma enfermedad.
No solo basta la experiencia del profesional para establecer una buena comunicación, la capacitación para la misma también es importante. (2)
Existen formadores comunicacionales que trabajan con los equipos de salud en forma interdisciplinaria que brindan las herramientas necesarias para que el paciente y la familia puedan comprender y aprender correctamente la enfermedad, y lograr así mejorar todos los aspectos que la involucran.
A través de la práctica diaria en el consultorio y la participación en cursos, talleres y charlas, la comunidad médica ha desarrollado una escucha más activa y ha tomado las inquietudes de los pacientes, familiares y acompañantes, mejorando su relacionamiento y el abordaje en conjunto.
La relación médico-paciente es hoy la base de la ética médica contemporánea. (3) Es imprescindible (3) contar con una buena y sana relación médico-paciente para poder llegar con la información completa y “de esta manera” el paciente, su familia y su entorno tendrán las herramientas para elegir lo más adecuado.
La importancia de la información en cáncer es la transmisión del conocimiento científico que permite entender en detalle todos los aspectos relacionados al tratamiento integral del paciente.
Uno de los avances más importantes en cáncer trata de reconocer dos aspectos fundamentales como la terapia personalizada y de precisión.
“La medicina personalizada es el medicamento apropiado para el paciente adecuado en el momento oportuno”. (Lorenz Jost, presidente del Grupo de Trabajo de Pacientes con Cáncer, ESMO)
Somos únicos, irrepetibles, seres biológicos, psicosociales e indistinguibles, y somos —claro— lo más importante para nuestros seres queridos.
La medicina personalizada apunta a adecuar esa diferencia personal a los nuevos diagnósticos y tratamientos. Por su parte, la medicina de precisión es aquella que se basa en marcadores fundamentalmente biológicos que puedan llevar una terapia dirigida con mayor respuesta y menos toxicidad. (5)
Vivimos más y mejor gracias a la tecnología aplicada. Pero de nada sirve si no se trabaja en conjunto y de manera interdisciplinaria, para poder así contar con la “información necesaria” que debe ser transmitida al paciente y su entorno.
Se debe tener la capacidad necesaria para transmitir esa información de manera simple, para que el paciente pueda expresar todas sus dudas e inquietudes.
En este contexto, existen guías o pautas que ayudan al paciente a comprender sobre su patología y a orientarse respecto a qué inquietudes y preguntas pueden surgir.
Estos son algunos ejemplos de preguntas que el paciente puede hacerle al médico durante una consulta médica:
- ¿Qué tipo de cáncer padezco? ¿Cuál es mi diagnóstico?
- ¿Qué tratamiento me recomienda?
- ¿Hay otros tratamientos?
- ¿Cuáles son los beneficios de estos tratamientos?
- ¿Cuáles son los riesgos?
- ¿Por cuánto tiempo necesitaré tratamiento?
- ¿Qué medicamentos me está recetando? ¿Para qué son?
- ¿Qué puedo esperar sentir durante el tratamiento?
- ¿Qué efectos secundarios puedo esperar tener?
- ¿Qué se puede hacer acerca de los efectos secundarios?
Y qué se le solicita al paciente y familiar de parte del médico: que pregunte absolutamente todo.
Encontrarnos en la comunicación ,en definitiva, es un conjunto de medidas que nos permiten informar, decidir, consolar y curar al paciente.
Familia y su entorno (6)
La comunicación familiar es esencial para el paciente oncológico. Es imprescindible en el entorno familiar que el diálogo fluya de manera constante con los cambios que pudieran presentarse en el proceso de la enfermedad.
El estrés familiar que provoca la situación de un ser querido con cáncer lleva a un proceso adaptativo emocional y funcional.
La comunicación positiva resuelve la mayoría de los conflictos en este sobre una vinculación estrecha y repercute en el bienestar del paciente.
La familia es el ámbito donde el paciente encuentra el apoyo necesario para sobrellevar la enfermedad en sus diferentes etapas.
El rol y protagonismo de cada integrante de la familia es fundamental para la obtención de los resultados propuestos por el equipo médico interdisciplinario: oncólogos clínicos, cirujanos, psicólogos, enfermeros, equipos de soporte en rehabilitación, acompañantes terapéuticos, etc.
La fortaleza en la estructura familiar depende de los recursos que cuenta la misma en diversos aspectos, sean emocionales, sociales, económicos, pero sobre todo al conocimiento de la enfermedad y su relación con los profesionales que guían al paciente y brindan el aporte necesario para incorporarlo al ámbito laboral y social.
Tratar de mantener un cronograma organizacional en el ámbito de la familia del paciente es uno de los aspectos destacados y recomendados sobre la base del entendimiento de la enfermedad.
La sensaciones o sentimientos de miedo, aislamiento, rechazo, negación, pueden ser al principio una forma de reaccionar ante el diagnóstico de cáncer, pero también debido a una comunicación negativa de sus integrantes. Por eso es importante la participación y el diálogo sobre todas las inquietudes o dudas que se presenten de la enfermedad.
La apertura al conocimiento nos protege de los posibles conflictos que pueden evitarse con el simple hecho de tener la confianza necesaria (y no el miedo) a poder y saber preguntar, entender, escuchar, compartir y decidir junto al paciente.
El apoyo entre los miembros de la familia definiendo qué rol o protagonismo tiene cada integrante para el bienestar del paciente, es un trabajo permanente y variable dependiendo de las condiciones que se presenten.
El acompañamiento social (amigos) y espiritual colaboran a la familia en el bienestar psicosocial del paciente.
Mantenerse unido al paciente en lo emocional, con respeto de su intimidad, aceptando las limitaciones, siendo tolerante en los cambios, teniendo la capacidad de saber escuchar sus necesidades y ayudando a transitar junto a él la enfermedad, es una condición humana básica para ofrecer la tranquilidad y comprensión que la persona necesita frente a una situación de estas características.