Dentro del grupo de las también llamadas levaduras, la cándida es un grupo de hongos que habitan nuestra piel y nuestro cuerpo. La candidiasis es una infección fúngica causada por este tipo de hongos cuando crecen fuera de control o penetran profundamente en el cuerpo. Pueden desencadenar desde infecciones leves hasta cuadros graves, especialmente en pacientes hospitalizados. 1,2
La especie de cándida más significativa por su importancia clínica es la Cándida albicans. Sin embargo, en el último tiempo comenzamos a escuchar mucho acerca de la Cándida auris, un tipo de hongo que surgió a nivel mundial como un patógeno resistente a múltiples fármacos. 1,2
Pero para adentrarnos en este tema en particular, primero debemos entender algunos detalles adicionales respecto de Cándida en general. Veamos:
¿Dónde se encuentra?
La Cándida vive normalmente en la piel y en el interior del cuerpo – como en la boca, el intestino y la vagina – sin causar problemas. Sin embargo, muchas veces puede crecer y generar infecciones leves, como candidiasis vaginal o infecciones urinarias. En aquellos pacientes cuyas defensas están bajas, las infecciones suelen ser más graves pudiendo comprometer órganos internos. En estos casos, la candidiasis invasiva es la causa más frecuente de infección micótica durante una internación. 4
¿Cómo se trata?
El tratamiento de este tipo de infecciones se realiza con antifúngicos, es decir, antimicrobianos que actúan sobre los hongos. Existen tres grupos de antifúngicos disponibles: los que pueden administrarse por boca, de forma local o endovenosa, según el sitio y la gravedad de la infección.5 El diagnóstico y la necesidad de tratamiento se deberán conversar con un profesional de la salud, quien estará a cargo de realizar las evaluaciones correspondientes para interpretar si, efectivamente, se trata de una infección y, en consecuencia, la elección del tratamiento acorde a cada caso. El tipo específico de antifúngico y la dosis dependerá de la edad del paciente, el estado de sus defensas, la localización y la severidad de la infección.
¿Cuáles son sus síntomas?
A menudo, es complejo identificar los síntomas de las personas que desarrollan candidiasis invasiva debido a que, habitualmente, los pacientes ya están enfermos por otras afecciones médicas. Por ejemplo, aquellas personas con un sistema inmunitario debilitado, producto de un tratamiento oncológico, personas que han tenido un transplante, o cuyo recuento de glóbulos blancos es bajo.6,7
No obstante, entre los síntomas más comunes se encuentran la fiebre y los escalofríos, que no suelen mejorar luego de un tratamiento con antibióticos por presuntas infecciones bacterianas. A su vez, si la infección se propaga a otras partes del cuerpo - como el corazón, el cerebro, los ojos, los huesos o las articulaciones - puede desencadenar otros síntomas. 7
Cándida auris
La Cándida auris pertenece a una especie emergente y, recientemente, se comunicó la identificación de casos en Argentina. Desde la aparición del primer caso detectado en 2009 en Japón, las infecciones por este grupo de hongos han aumentado en todo el mundo.2,3
Este tipo de hongo tiene una predilección por la transmisión dentro de los establecimientos de salud. Sus particulares factores de virulencia facilitan la colonización de la piel y la persistencia ambiental, lo cual la diferencia entre otras especies de cándida.2
La aparición de la Cándida auris ha generado un gran impacto en el ámbito de la salud, debido a la potencial resistencia a varias clases de antifúngicos.
Para finalizar, la Organización Mundial de la Salud ha publicado su primera lista de hongos que constituyen una amenaza para la salud pública y, entre ellos se encuentra la Cándida auris como grupo crítico prioritario.8, 9
Desde ya, es fundamental estar atentos y, ante cualquier duda o inquietud relacionada con este tema o con cualquier sintomatología, no dejes de consultar a tu médico.
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.