A lo largo del tiempo se ha investigado a fondo el impacto de la lactancia materna en el desarrollo de enfermedades atópicas como la DA, el asma o la rinitis alérgica. Aunque el efecto protector de la lactancia materna contra el desarrollo de DA y alergia a la leche de vaca durante la infancia está bien aceptado, el tema sigue siendo controvertido.2
La leche materna (LM) contiene enzimas bioactivas, hormonas, factores de crecimiento y factores inmunomoduladores con la capacidad de ejercer actividades que regulen el sistema inmunitario. Se ha estudiado que la LM contribuye al riesgo de eccema, particularmente en familias de alto riesgo, pero la evidencia aún es ambigua.3
Adicionalmente, existe una interacción compleja entre la predisposición genética, la exposición ambiental durante el embarazo y la duración de la lactancia materna exclusiva. Así, los componentes del sistema inmune en la LM podrían determinar la capacidad de estos componentes para promover o proteger contra el eccema infantil.3
Los ácidos grasos son uno de los componentes de la leche que juegan diversas funciones en las células inmunitarias y se estudia su asociación con el desarrollo de alergia. Se ha demostrado que la exposición temprana a los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) protege contra la atopia (alergias).3
Siguiendo con esta explicación, como los ácidos grasos tienen un efecto modulador del sistema inmunitario, el objetivo de un estudio de cohorte observacional prospectivo realizado entre 2015 y 2016 fue investigar la influencia de las composiciones de ácidos grasos en la LM en el desarrollo de la DA en lactantes alimentados exclusivamente con leche materna.3
El estudio mostró que los niveles bajos de algunos componentes de la leche materna como el caprilato y el acetato sí podrían ser factores de riesgo de DA infantil, mientras que el butirato en la LM no se asoció con dermatitis atópica en los lactantes.3
Por otro lado, la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica revisó estudios observacionales prospectivos y llegó a la conclusión de que la lactancia materna durante al menos cuatro a seis meses se vincula con un menor riesgo de alergia a la proteína de la leche de vaca hasta los 18 meses de edad, así como con riesgo de DA hasta los tres años.2
Por último, un estudio de cohorte transversal llevado a cabo por Hao-Pai Lin et al. expuso que, para los lactantes con dermatitis atópica alimentados con leche materna, el cese completo de la lactancia materna y el cambio a fórmula parcialmente hidrolizada puede mejorar los síntomas bajo tratamiento estándar con:2
● Menores valores de Patient-Oriented SCORing Atopic Dermatitis (PO-SCORAD) al mes.6
● Menores de 6 meses de edad sin corticosteroides tópicos.
Prevención
Existen otras formas de prevenir los brotes de eccemas, por ejemplo, establecer una rutina básica de cuidado de la piel. Los siguientes consejos pueden ayudar a reducir los efectos de sequedad relacionados con tomar un baño:1
● Humectar la piel al menos dos veces al día.
● Tomar un baño diario con agua tibia de aproximadamente 10 minutos.
● Usar un limpiador suave, sin jabón.
● Secar la piel con toquecitos suaves.
Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.